Una original exposición del Museu Marítim
El pasado 11 de junio de 2015 se inauguró la nueva exposición del Museu Marítim de Barcelona bajo el título «7 vaixells 7 històries» (7 barcos 7 historias), constituida por piezas de su magnífico fondo. La exposición, que forma parte de los proyectos de renovación del museo, se ha concebido para estar abierta al público al menos cinco años, por lo que se la puede denominar semipermanente, y es el resultado de una intensa colaboración entre el Área de Investigación y Colecciones y la de Educación y Actividades.
La exposición vertebra en siete espacios, siete temáticas clave del mundo marítimo. Cada espacio se ha delimitado mediante una original y llamativa estructura a base de más de veinte contenedores reciclados que son un testimonio de la importancia de la navegación en el desarrollo del comercio. Los elementos fundamentales con los que se ha trabajado para narrar estas historias ligadas al mar son las maquetas, los audiovisuales y los juegos interactivos, además de cerca de ochenta objetos de la colección propia (atlas, cartas náuticas, trajes de baño, carteles publicitarios, cañones, etc.). Y es que los visitantes de un museo de estas características reclaman sobre todo ver barcos, y eso hace la exposición: asociar un barco emblemático con un tema y una historia personal de un personaje, interpretado equitativamente por actores y actrices. Los siete barcos y las siete historias conforman los siguientes espacios expositivos:
- Balandro. Disfrutar del mar y quererlo.
- Portacontenedores Pilar. Transportar es necesario.
- Nao Victoria. Descubrir y describir.
- Buque de 80 cañones. Dominar el mar es dominar el mundo.
- Jabeque de Santa Cristina. Resistir o huir.
- Barco mixto City of Paris. De la vela al vapor.
- El transatlántico Royal Edward. El mar como camino.
El primer ámbito nos transporta a principios del siglo XX, cuando el mar empezó a verse como una fuente de salud y ocio y los médicos recetaban los baños de sol y agua salada. Nada mejor que un balandro, una embarcación de recreo, y una bañista para explicar este momento. A través de olores y de imágenes se recrea el universo playero que hoy nos es tan familiar.
La exposición sigue con el mar como la gran vía de transporte de mercancías. En este espacio los contenedores no están restaurados precisamente para mostrar su larga vida y su utilidad. Continua la visita con el descubrimiento del mundo que facilitaron los viajes en barco desde la antigüedad; un mundo que no era el mismo para los romanos y los griegos que en época medieval o moderna: los fabulosos mapas y atlas de época nos ofrecen esa visión de la geografía plagada de mitos y fantasía, especialmente el Atlas Catalán interactivo que descubre la forma en que los marinos interpretaban las regiones ignotas.

La Santa María de la Victoria, de la expedición de Magalles alrededor del mundo.
La guerra y las grandes batallas navales como la de Lepanto tampoco podían faltar en el discurso, y en relación a este ámbito destacar la perfecta iluminación de la obra de Antonio de Brugada y el exvoto en forma de galera del siglo XVI que se halló en la capilla del Cristo de Lepanto de la Catedral de Barcelona y que cuenta la leyenda era consultada por los pescadores para saber, según su inclinación, donde faenar. Y así como no puede faltar la guerra, tampoco lo pueden hacer los piratas y sus fechorías. Fantástico el interactivo para aprender como vestían los piratas y los tipos de embarcaciones utilizadas según las distintas épocas. De los piratas que arrasaron Palamós pasamos a la revolución que supuso el motor de vapor en los barcos y que contribuyó a la expansión de los viajes trasatlánticos como los que hacía el Royal Edward, cuya esencia se representa a través del fondo fotográfico del Museu Marítim en otro interactivo multimedia basado en el dibujo longitudinal del paquebote de vapor Reina Victoria Eugenia (1912, de la Compañía Trasatlántica Española). Miquel, el personaje correspondiente, es un cocinero de un trasatlántico de 1905 que nos habla de las diferentes clases sociales del barco reflejadas también en la comida: de las delicatessen al rancho y los menús para la tripulación y el capitán.

El Royal Edward.
Los personajes de los videos cuentan su historia desde las alturas que custodian auténticas joyas de coleccionista como las cartas náuticas del Mediterráneo de Gabriel de Vallseca y de Pieter Goos, la esfera terrestre de Charles-François Delamarche, una miniatura del Snipe, vestidos de baño de los años 20 del siglo pasado, carteles publicitarios como el de Antonio Utrillo y un cañón de 1751, entre otras muchas.
En definitiva, una experiencia única para toda la familia, didáctica y divertida, que no podéis dejar de disfrutar. Mayores y pequeños tienen su lugar en un espacio expositivo pensado para satisfacer el ansia de conocimiento de alumnos de primaria, de secundaria, de entendidos en la materia y de todo aquel que ame o tenga interés por el mar y lo que representa y ha representado para la humanidad.
Y gracias al Museu Marítim por invitarme a la visita especial para bloggeros y twuiteros de la mano de Mireia Mayolas, Isa Díaz, Susana Navarro y María Teresa Soldevila. ¡Ha sido un placer conoceros!

Fotografía de Dani Zapater