El pasado 19 de mayo de 2014, se publicó el fallo del jurado del II Concurso de Microrrelatos del Museu Marítim de Barcelona, este año organizado con motivo de la exposición «Vikingos», que aún puede visitarse hasta el 28 de septiembre.
El tema de los microrrelatos era «Los Vikingos y el mar» y podían participar jóvenes nacidos entre 2000-2004, 1999-2001 y mayores de 16 años, tanto en catalán como en castellano e inglés. Para cada categoría se han concedido tres premios, que se entregarán mañana 27 de junio en el «pailebot Santa Eulàlia», propiedad de la Diputación de Barcelona y que aguarda amarrado en el Moll de la Fusta de Barcelona.
Si os apasionan como a mí las culturas europeas de la Edad del Hierro y los pueblos como los Norse, que protagonizaron grandes momentos de la Alta Edad Media, os recomiendo esta exposición producida conjuntamente por el «Museu Marítim de Barcelona», el «Statens Historiska Museet» de Estocolmo y el «Museumspartner». En la exposición no sólo se tratan los aspectos míticos y la imagen arquetípica de los pueblos nórdicos, sino también su vida cotidiana, su arte, creencias, sistemas sociales…
Para mí ha sido muy divertido y gratificante participar en este concurso con dos microrrelatos y poder leer los más de trescientos que se han presentado, todos representativos de la fascinación que despiertan aún hoy los mal llamados vikingos y sus aventuras marítimas.
Os dejo mis dos microrrelatos enviados bajo el pseudónimo de «Vala», el primero de ellos, «Destino», ganador del primer premio en su categoría:
DESTINO
—¿Qué te dicen las runas, Luta?
—Calla Thorberg, estás borracho.
—Me importa un bledo, bruja, la última vez dijiste que moriría ahogado a la vuelta del viaje.
—Raido invertido, la rueda del carro, eso vi.
—Ja, ja, pues aquí estoy vieja chocha. He saqueado las costas de Hibernia y he regresado con las bodegas preñadas del oro de los que adoran la cruz. Siguiendo a las Olas, hijas de Egir, he esquivado las redes diabólicas de la diosa Ran, que arrastran a los barcos contra las rocas ¡Y brindo a la salud de los muertos en el mar!
Eso dijo Thorberg, subiéndose a una banqueta e inclinándose sobre el gran tonel de cerveza, resbalando y cayendo dentro. El resto de celebrantes estaba demasiado ebrio para ayudarle, así que pataleó y expiró.
—Te predije que te ahogarías, necio. No has de reírte nunca de las runas de Luta.
Aurora Boreal
Maniatado a una estaca en la playa, esperaba que la pleamar me cubriera. Era el castigo por robar a un rey sajón. Uno que odia a muerte a los Norse, y a nuestras naves veloces, con las que arribamos a sus puertos para desaparecer en la bruma como espectros marineros. Un rey que me odiaba por robarle su más preciado bien: su hija.
Las luces del cielo aparecieron esa noche, a través de las estrellas, y sonreí al pensar que eran enviados del Asgard para salvar a su hombre devoto y fiel, y que venían a llevarme al palacio de Odín y la bella Frigg.
Ahora sé el aspecto que tienen los dioses, nada parecidos a los Aesir o a las Ásynjur, y lo azul que es la Tierra, el Midgard, vista desde su morada, una luna que dicen llamaremos Titán.
¡Gracias al tribunal por este premio que me ha hecho tanta ilusión y a todos los que han colaborado al éxito del concurso con sus microrrelatos!
¿Os animáis para el año que viene?